El Cubillo de Uceda

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Situada a unos 5 kilometros de Uceda en la carretera que lleva a Guadalajara, el Cubillo de Uceda es una poblacion que pertenecia a Uceda hasta el siglo XVI, en 1583 fue declarada villa con jurisdiccion propia.

Pertenecia a Uceda desde el momento de la Reconquista y repoblacion de la zona, por tanto pertenecia a los arzobispos toledanos hasta el s. XVI.


Villa de la Campina Alta del Henares comunicada por carreteras locales. De notable interes es la iglesia parroquial, con cabecera romanico-mudejar en ladrillo visto del siglo XII o XIII, y el resto del XVI. La portada y el portico exterior son platerescos. En el interior, de tres naves, destacan la cubierta de alfarje de tradicion mudejar y detalles platerescos.

Su arquitectura popular esta construida en aparejo toledano, a base de hileras de ladrillo y mampuesto de piedra rodada, decoracion de ladrillo en vanos y aleros, y rejas de forja, alguna con escudo. Al sur, una pequena ermita, y en el camino de Uceda una fuente llamado de abajo, de epoca de Carlos II.

La Iglesia


La magni­fica portada y el portico exterior son platerescos. En el interior, de tres naves, destacan la cubierta de artesonado de madera ochavado con decoracion mudejar en la nave central y las laterales tambien se cubren con estructura de madera de pares.
Magnifico abside iluminado con tres ventanas y cubierto con una boveda, el paso de la nave central al presbiterio se resuelve mediante un arco triunfal de ladrillo; la separacion de las naves se realiza mediante arcos de medio punto que apoyan en columnas renacentistas coronadas por capiteles platerescos.
Se conservan dos pilas de agua bendita romanicas soportadas por restos de columnas y capiteles, una pila bautismal romanica y diversas lapidas funerarias del s. XVI. El abside, de construccion mudejar, consta de cuatro cuerpos superpuestos; la torre esta levantada sobre basa de sillarejo y es del mismo estilo aunque algo posterior en su construccion.
El conjunto urbano presenta una arquitectura popular construida en aparejo toledano, algunas buenas rejas y escudos. Al sur de la poblacion hay una ermita y en el camino de Uceda, una fuente llamada "de abajo", de epoca de Carlos II.

Iglesia de la Asuncion y Veracruz

Su iglesia parroquial, de gran interes, de estilo romanico-mudejar de finales del siglo XIII, principios de XIV, con algunas reformas del siglo XVI, renacentistas, es uno de los templos mas hermosos de Guadalajara. En su interior, formado por tres naves, destacar la cubierta de artesonado de madera.

La Iglesia desde el otro lado

En frente de la iglesia se erige una picota, coronada con una cruz, de 1957

La iglesia de la asuncion de Nuestra Senora de Cubillo de Uceda se construyo en estilo romanico mudejar en el siglo XIII.
El edificio es basicamente de ladrillo con dos bandas superpuestas de arcos ciegos y doblados, un pequeno tramo liso y por encima una nueva serie de arcos murales, en este caso sencillos. A partir de un friso de ladrillos a sardinel se muestra una ancha banda de recuadros dobles.
La torre unida al muro septentrional del presbiterio tambien es mudejar, al menos su cuerpo bajo, que dispone de dos aspilleras, la oriental rodeada de arco polilobulado apuntado y la meridional con arco doblado semicircular. Por encima, en cada cara, hay dos arcos murales doblados rematados por friso de esquinillas.
En el interior, el arco triunfal de medio punto y ladrillo parece proceder de la reconstruccion del siglo XVI, ya que la boveda del presbiterio es apuntada con un arco fajon tambien apuntado. En el muro norte presbiterial y a cada lado del citado fajon se hallan sendos arcos murales doblados con forma de herradura.
El arco que une presbiterio y abside tambien es apuntado y da paso al tambor absidal cubierto por boveda de horno apuntada. En el muro de planta semicircular se abren las ventanas rodeadas de arcos de ladrillo.

 

 

El nombre del pueblo deriva de la posible existencia de un castillete o torreón primitivo que defendiera el originario asentamiento de gentes en este lugar. Desde el momento de la reconquista y poblamiento de la comarca, El Cubillo estuvo incluido en el alfoz o Común de Villa y Tierra de Uceda, perteneciendo en señorío a los arzobispos primados de Toledo. En el último cuarto de siglo XVI, el rey Felipe II enajenó todo el Común de Uceda, dando privilegio de villazgo a las aldeas, y vendiendo a don Diego Mexía de Ovando la cabeza del territorio. El Cubillo de Uceda fue declarado Villa con jurisdicción propia en 1583, y a partir de esa fecha no conoció otro señorío que el del Rey de España. Vivieron sus vecinos de la agricultura fundamentalmente de secano, y también existió una gran tradición de fabricación de tejas y ladrillos en este lugar.

La iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción es un edificio muy interesante artísticamente. En su aspecto exterior destaca, en primer lugar, el ábside o cabecera, orientado a levante. Es de planta semicircular, y su fábrica es de ladrillo visto, dispuesto en forma de arquerías ciegas en tres cuerpos, conformando un ejemplar magnífico de románico mudéjar. Debe ser lo único conservado de la primitiva iglesia del lugar, construida hacia el siglo XII o XIII. El resto del templo fue erigido de nuevo en el siglo XVI. Destaca sobre el muro de mediodía un atrio muy amplio, compuesto de esbeltas columnas de capitel renacentista, sobre pedestales muy altos, lo que le proporciona una gran airosidad y elegancia. La portada de este muro es obra de severas líneas clasicistas. En el hastial de poniente, a los pies del templo, y centrando un muro de aparejo a base de hiladas de sillar y mampuesto de cantos rodados, muy bello, destaca la portada principal, obra magnífica de la primera mitad del siglo XVI, buen ejemplar del estilo plateresco de la escuela toledana. El ingreso se escolta de dos jambas molduradas y se adintela por un arquitrabe de rica decoración tallada con medallón central y abundantes grutescos, amparándose en los extremos por semicolumnas adosadas sobre pedestales decorados y rematados en capiteles con decoración de grutescos. Lo cubre todo un gran friso que sostienen a los lados sendos angelillos en oficio de cariátides; dicho friso presenta una decoración a base de movidos y valientes grutescos, rematando en dentellones. En la cumbre de la portada, gran tímpano semicircular cerrado de cenefa con bolas y dentellones, albergando una hornacina avenerada conteniendo talla de San Miguel, y escoltada por sendos flameros. Sobre el todo, ventanal circular de moldurados límites. El interior, obra de la misma época, mitad del siglo XVI, es un equilibrado ámbito de tres naves, más alta la central, separadas por gruesos pilares cilíndricos rematados en capiteles cubiertos de decoración de grutescos muy bien tallados. Sobre el muro norte aparece un gran medallón de talla en que figura la Virgen y el Niño. La capilla mayor se abre a la nave central, y se cubre con bóveda de cuarto de esfera, mientras que el resto del templo tiene por cubierta un magnífico artesonado de madera, de tradición ornamental mudéjar, aunque con detalles platerescos, todo muy bello y bien conservado, obra de la primera mitad del siglo XVI. El suelo de las naves está cubierto de numerosas lápidas sepulcrales, con leyendas y escudos tallados, correspondientes a diversos vecinos del pueblo, seglares y eclesiásticos, de los siglos XVI y XVII. El conjunto del templo, en su aspecto arquitectónico y ornamental, está claramente dentro del ámbito artístico del plateresco toledano, muy en la línea de lo que hace por estas tierras Alonso de Covarrubias y los de su escuela. En el pueblo se ven varios ejemplos notables de arquitectura popular campiñera, utilizando en fachadas el ?aparejo toledano? a base de hiladas de ladrillo y mampuesto de piedra rodada, con diferentes y bellas soluciones; vanos arquitrabados con maderas talladas, decoración de ladrillo en jambajes de ventanas y en aleros; buenos ejemplos de hierros forjados en rejas y otros elementos. En el extremo occidental de pueblo destaca el edificio o caserón que la tradición dice fue el primero edificado en el Cubillo, por Hernando García, cuando se fundó el pueblo. Se trata en realidad de un caserón de planta baja y principal, con fábrica de ladrillo, mampuesto y sillar. Su puerta presenta gran dintel de piedra en el que se ve tallado un sencillo escudo de armas. Posee también rejas interesantes. Es indudablemente obra de final del XV o principios del XVI. Cerca del pueblo, por su extremo meridional, asienta la ermita de la Soledad, hoy dedicada a Camposanto. Presenta una puerta de doble arco y en ella grabada la fecha de 1565. También es interesante, a la salida del lugar y en el camino hacia Uceda, la fuente de abajo, construida en buen sillar en la época de Carlos IV.

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